A punto de pifiarla...

Me gustaría compartir con vosotras (y vosotros) lo que me pasó ayer con mi chico, para que todas tomemos nota de lo mucho que nuestras relaciones fallidas anteriores nos marcan en las siguientes y evitar que esos errores nos condicionen el futuro.
Ya conté mi historia hace varios meses. Desde entonces, mi vida ha cambiado mucho y es mucho más feliz, con un nuevo amor a mi lado y en general sin queja ninguna ni arrepentimientos tampoco.
Pero ayer, estuve a punto de pifiarla. Me explico: el viernes mi chico y yo estuvimos cenando con unos primos suyos (sí, sí, tras dos meses de relación ya vamos presentándonos a las familias porque tenemos claro dónde va a terminar la relación), y el sábado con unos amigos míos para que le conocieran a él. Todo perfecto. El domingo, mi chico me dijo que tenía que trabajar por la mañana, y luego comía con su familia. Yo decidí comer tranquilamente en casa y acercarme a casa de mis padres a media tarde pero, me dio por ver una peli lacrimógena y a media tarde estaba hecha un mar de lágrimas en casa como una idiota. Y en eso, me llama mi chico. En lugar de no cogerlo, le respondí y me notó a los dos segundos que estaba llorando. Inmediatamente preguntó si me había pasado algo, y yo, que me fastidia infinito confesar que lloro con las pelis porque me da una verguenza terrible, al final le dije que estaba llorando por la peli.
Se quedó de piedra. No lo entendía. Y la cosa se volvió surrealista porque como él no decía nada y se lo tomaba a cachondeo a mí me dio por pensar que era como mi ex y que me encontraba ridícula por ese tema. Y estuve super cortante con él. Le colgué sin aclararle si quería que se pasara por casa a última hora de la tarde o mejor dicho, le dije que hiciera lo que le diera la gana.
A los cinco minutos me vuelve a llamar. Y yo, psicótica perdida, le digo que no estaba dispuesta a que se rieran de mí. El pobre, a cuadros.
Dos minutos después tras colgarle, me manda un sms diciendo que sentía muchísimo si me había ofendido. Ahora, el que estaba psicótico era él porque tampoco se había portado tan mal y yo ya estaba en plan tranquilo y asumiendo que la había pifiado. Si con la relación tan en mantillas te pillan en ese estado cuando normalmente eres una persona equilibrada lo normal es que piensen que de equilibrada nada y que se te va la peonza. Como además mi chico había salido también de unas relaciones terribles, está super sensible con el tema.
Total, que al anochecer yo ya estaba convencida de que con semejante comportamiento le había asustado de por vida. Pero no, me llamó para decir que subía a verme. Llegó y me dio un abrazo fuerte fuerte. Y me dijo que le había asustado un montón y que no volviera a hacerlo. Y que cuando se lo había comentado a su madre, encima, la mujer le dijo que "los hombres siempre igual, no tenéis sentimientos", en plan solidario conmigo y que se había dado cuenta de que había reaccionado fatal. Que si yo era así de sensible le parecía genial.
Y no veáis que alivio cuando dijo eso porque como con mi ex anterior no había forma de que lo entendiera y se lo tomaba a pitorreo mis lagrimones con las pelis, estaba totalmente decidida a olvidarme de mi chico si resultaba igual que el anterior. Y meditando sobre el tema, me doy cuenta de que mi reacción ha sido desproporcionada porque en realidad mi pobre chico ¡no había hecho nada malo!. Fui yo la que sacó todo de quicio al desconfiar de él, y la que ha estado a punto de pifiarla por no creer en lo que tenemos. Y ya he decidido que nunca más me voy a dejar llevar por falsas comparaciones. Mi chico no es mi ex, y por tanto la experiencia que tuve con mi ex no es comparable. Así que definitivamente dejo de pensar en lo que tuve en el pasado porque puede envenenar una relación muy hermosa que recién está comenzando. Y eso no puede ser.
Así que eso es todo. Me apetecía contároslo por si os sirve de algo...