Hola!!
Mi caso lo autodefiniría como lamentable y triste; todo mi calvario comenzó a partir de haber conocido al chico de mi vida y actualmente mi esposo; para mi desfortuna soy una extranjera más en este país y lo expreso así por que quizá, la mala actitud que su familia tiene hacia mi, es principalmente por ser foránea?, una chica con nulo porvenir? oportunista y aprovechada?, de piel morena y rasgos latinos?, en realidad son algunos de los muchos interrogantes (interrogantes sin sentido por que no les encuentro ni madurez ni lógica),que termino haciendome para explicar lo que pasa por sus mentes.
La realidad es que mi vida cambió cuando elejí España para realizar estudios de Postgrado; en México que es mi país soy Lic. en Admón de Empresas Turísticas y tuve la oportunidad de tener un excelente trabajo, estabilidad económica, amigos, y lo más importante una gran familia, todo esto lo déje gracias a mi sueño de venir a este país y tratar de perfeccionar mis conocimientos y mi experiencia personal y profesional; la situación es que aquí conocí a un chico español cuyo cariño y amor, hicieron en mí que renunciara a regresar a México, me quedé con gran ilusión para iniciar una vida diferente en la cual conocería a una nueva familia, y que me darían todo su apoyo moral y afecto para poder emprender mi travesía por estos lugares con aplomo y valentía por que la situación en este país (en el caso de los extranjeros) es cada vez un círculo más cerrado.
La verdad es que lo mejor es quizá haber renunciado a mi esposo y quitarme de complicaciones que francamente no tengo necesidad de aguantar, por que después de lo que he vivido con su familia y particularmente con sus padres no se los desearía a nadie. Ante todo estoy agradecida por desistir de no abandonarlo por que en verdad, me doy cuenta y valoro que lo único que merece la pena de todo es él, su amor, su comprensión, su apoyo, su cariño y su valor por enfrentarse a sus padres para defender nuestra relación. La mala relación que tenía con sus padres y con el resto de su familia, me enfermaron física, psicológica y anímicamente, estuve constantemente estresada y llena de mucho resentimiento por que no sabía llevar las constantes presiones, ataques y discriminaciones que ejercía su madre conmigo, yo siempre trataba de tener buena actitud y disposición para entenderme bien con ellos, pero cada vez más, seguían ejerciendo presión sobre nosotros y a todo costa tratando de separarnos con la justificación de que eramos de culturas diferentes y que sería imposible llegar a ser un buen matrimonio; un día me arme de valor, y decidí buscar ayuda psicológica para poder darme cuenta de lo que estaba suciendo y el porque de ello, ya que cada día mi matrimonio se venía abajo por constantes discusiones (y que en el fondo sabía que no provenían de nuestra propia conviviencia o relación) sino ocasionadas principalmente por su familia; al poco tiempo, nos dimos cuenta de que lo mejor sería separarnos me antes decidímos ir los dos a terapias de matrimonio y allí fué donde abrimos los ojos y vimos (él más que yo) todo lo que sus padres eran y hacían para desgraciarnos la vida, sin embargo, la terapia me pedía seguir siendo paciente y humilde con sus padres y no darles motivos para que ellos mismos se dieran cuenta de la diferencia de actitudes, es decir, de su propio comportamiento y lo cómo era el nuestro, pero todo fué en vano porque su manera de ser sólo dejó lugar para la soberbia y la grosería hacía su propio hijo.
Me duele reconocer todo lo que hemos pasado con esta situación que da mucha pena, pero a la vez, le doy gracias a dios por estar recuperandome a mi misma, y que a pesar de todo, todavía cuento con mi gran familia en mi país y mis padres que ante todo han sabido mantenerse al margen de esto y que constantemente nos demuestran su amor y su apoyo incondicional y que mi esposo se pueda sentir en mi seno familiar un miembro más de la familia.
No sé si fué lo mejor que pude haber hecho pero después de haberlo analizado y consultado, me dispúse con toda valentía y respeto y hablé con los padres de mi esposo en compañía de él (a quien previamente le comente mi decisión) y definitivamente me despedí del lazo que existía con ellos, pero claramente expliqué los pros y contras para que les quedará en claro, todo lo que habíamos hecho y que podríamos hacer en un futuro con la mala relación que llevabamos. Lo único que lamento de todo esto, es que mi esposo es el que siempre quedará enmedio ante tal decisión pero que sin lugar a dudas, el día que decidamos ser padres, trataré de no ser egoísta con sus padres y les daré la maravillosa oportunidad de ser abuelos y que puedan conocer a sus nietos, pero en lo que a mi respecta, no tengo ninguna intención de volver tratarlos y que me quedo con los buenos momentos si es que algún día los hubieron. Por que como dice la canción: "Lo que un día fué, ya no será".
Hasta pronto,y buena suerte con los suegros!!
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