Hace unos 3 años, después de un año de estar solo y tras una relación sin comporomisos basada solo en sexo, inicié un romance con mi actual pareja, mientras ella todavía estaba con su marido.
Su matrimonio estaba a mal traer, dormían en habitaciones separadas pero se visitaban cada vez que alguno sentía necesidad. Ella consideró muchas veces el divorcio, sin embargo no tomó la opción por las razones habituales, la seguridad, estabilidad y estar junto a los hijos.
Lo nuestro partió sin ninguna expectativa pero comenzamos a vernos cada vez con más frecuencia. Era habitual que mientras estabamos juntos, su teléfono no dejara de sonar. No imaginamos que él sospechaba y espiaba sus cuentas de correo y Msn.
Cuando me dí cuenta que estaba muy involucrado sentimentalmente le pedí que hiciéramos un pacto, este sería el único contrato de fidelidad que nos uniría. Por mi lado me mantendría solo para ella. Ella por su parte, debería velar por que existiera un tiempo razonable entre sus relaciones sexuales con el marido y las nuestras. Me preguntó cuanto consideraba yo que era razonable: Le dije que 1 semana.
Pasó el tiempo y la presión de su marido aumentó. Un día me anunció que haría un viaje junto a él, a un lugar en el extranjero. Me contó que su marido buscaba recuperar su matrimonio y ella quería hacer ese último esfuerzo. Consideré que era una opción muy justificable, pero eso me dejaba dependiendo de lo que ocurriera en ese viaje y decidí que no estaría disponible a su vuelta, así la dejaba además en libertad de acción. A su vuelta, sin embargo, me buscó intentó comunicarse conmigo por distintos medios y eso nos delató. Luego me enteraría que el viaje fué positivo, me contó que hicieron el amor muchas veces, lo que era extraordinario pues acostumbraban a hacerlo solo una por vez, parecía ser que este era un nuevo comienzo. Irónicamente intentó buscarme cuando volvió y digo irónicamente porque creo que intentaba comunicarme su decisión de retomar su matrimonio.
Luego vino una serie de sucesos que culminaron con su separación definitiva, unos meses más tarde comenzamos a vivir juntos. Todos estos son los antecedentes de lo que nos ocurre hoy.
Hace algún tiempo, me pidió que le ayudara a trasladar la información de la antigua a su nueva computadora. Entre ella estaban sus historiales de Messenger, no resistí la tentación de mirar uno de ellos. Eran conversaciones con su ex-marido y como dicen por ahí, "Busca donde no debes y encontrarás lo que no quieres". Encontré ahí varios registros en donde ella flirteaba y ardientemente lo invitaba a su habitación para tener sexo. La comprobación de ese solo hecho era una puñalada en el corazón, aún considerando que estaba en su matrimonio y era absolutamente comprensible que ocurriera, no obstante su discurso de lo mal que estaba su relación.
Mientras pensaba y trataba de aliviar mis celos, me quedé de pronto absorto en la fecha de uno de esos encuentros que me pareció familiar, fué como un Deja Vuh. Centré mi atención en conectar las fechas de esos registros con los momentos en que nosotros estuvimos juntos y la sorpresa me golpeó como un camión que me pasó por encima.
Todos los encuentros coincidían con los nuestros, con un dia o menos, de desfase y eran posteriores a nuestro pacto. Lo peor es que acostumbraba a practicar sexo oral con ella. Esa sola idea me produjo náuseas.
La enfrenté y le pregunté directamente sin decirle que tenía pruebas, lo negó, llegamos incluso a los gritos pero se mantuvo en su posición, Preferí salir y volver a preguntar cuando ambos estuvieramos más calmados, pero nunca cambió su versión. Le mostré entonces lo que había encontrado y se quedó fría. Luego, hábilmente tomó el control de la discusión argumentando que eso era información privada, que no debí haber transgredido esa barrera y así, lo convirtió en su caballo de batalla.
Las relaciones estuvieron muy malas durante semanas, casi no nos hablamos y estuve durmiendo en hoteles por varios días.
Un día decidió hablar conmigo al respecto, me dijo que no debía creer todo lo que estaba escrito ahí. Que a pesar de que ella lo invitaba, generalmente terminaban discutiendo y todo quedaba en nada, que además cuando lo hacían empleaban preservativos, que las invitaciones eran para despistar, etc. etc
Me pareció insólito todo lo que dijo y hasta el día de hoy solo me genera dudas y contradicciones.
¿Como es que una conversación por msn tan hot y cómplice se puede convertir en una discusión si lo normal es que el deseo no deja pensar en otra cosa?
¿Como es una mujer tiene sexo con su marido usando preservativos, si no quiere despertar sospechas?
¿Por qué escogía tener sexo conmigo inmediatamente después de tenerlo con él ?
¿Por qué, según me contó, inusitadamente tuvo orgasmos casi inmediatos con su ex durante el viaje (es muy dura)?
Todas estas interrogantes, contradicciones y muchas más han rondado mi cabeza durante meses y meses. Siento que he perdido la confianza en ella y la idea de dejarla aparece cada vez más a menudo.