Esto, es para mí, para vosotros, para las personas enamoradas, para las personas que han sufrido un desamor, para quien sufre en silencio, para quien no puede avanzar, para quien llora y no encuentra un consuelo, para quien vive feliz y para quien vive infeliz aunque le repitan constantemente que los días malos también acaban.
Siempre he pensado demasiado, y últimamente, en un estado pésimo, pienso aún más, sobre todo con el tema que ronda, martiriza, estresa y golpea mi cabeza una y otra vez, desde que lo perdí, me pregunto: ¿Qué es el amor?
Hasta hace poco creía tenerlo claro, el amor era algo indestructible y fiable, era el centro de mi vida, era la meta a alcanzar, era todo lo que necesitaba para ser feliz, eran los besos y caricias, las miradas cómplices, los te quiero furtivos, los te amo descarados, su cuerpo y el mío fundiéndose en un abrazo, nuestros sueños corriendo juntos por su sonrisa, ella era para mí, la representación más sincera y bella del amor.
Tenía una idea romántica del amor, creía en los cuentos reales y en el amor verdadero, creía en el para siempre y en que Te Amo eran las palabras más poderosas que perdurarían para siempre en el tiempo.
Podría jurar ante un dios que habría muerto por ella, que habría secado mi cuerpo de cada gota de sangre esforzándome por verla feliz, podría jurar sin miedo a represalias, que la amé con todo mi corazón, incondicionalmente, que respiraba su nombre, y despertaba y me acostaba sonriendo por ella, y aunque los dos lo pasamos mal y sufrimos por igual, nunca dejé de amarla ni de hacerla sonreír ni un solo momento, aun así, llegó su fin, mi fin, nuestro fin y su amor por mí se desvaneció, desapareció y dejo de existir mientras que el mío por ella ardía intensa e incondicionalmente.
La vida son espinas, los sentimientos crueles niños arrancando las alas a una mariposa o quemando hormigas tras sus lupas.
He perdido.
Ahora entiendo y veo todo de otro color, más gris quizás, ahora estoy y me siento solo, abandonado a mi suerte, ha pasado el tiempo, pero no ha pasado el dolor, aún sueño y tengo pesadillas tan lucidas con ella, que me levanto estirando el brazo para alcanzarla y pedirle que no se marche, aún cada noche pienso en los sentimientos que nacían cuando me abrazaba o me besaba, aún, ciertos días, lloro por haber perdido a una persona que, aunque me es doloroso admitir, no supo amarme como yo a ella, aún, en noches de insomnio escribo lo que jamás le volveré a decir y una vez escrito, lo lanzo a mi papelera, lo lanzo al olvido.
Por cada vez que miro al futuro, miro tres al pasado y aunque el pasado, pasado esta, tras mis ojos pesan los recuerdos que he encerrado en mi cabeza como si de una cárcel se tratase, en mi espalda pesan las caricias que se han perdido y mis pies se arrastran por miedo a despegarse del suelo y volar a donde habita el olvido.
Por desgracia, cada persona es un mundo, y cada cual vive el amor a su manera, nadie domina sus sentimientos y nadie se puede obligar a sentir aquello que no nace en su interior, amar, significa arriesgarse a dejar de ser amado, amar es saber entender que todo lo que tiene un principio tiene un fin, amar es la mejor sensación del mundo, lo más bello que te puede ocurrir, pero también es un arma de doble filo y el destino la usará contra ti cubriéndote de días felices, o apuñalándote el alma para destrozar tu corazón y llevarse tus sueños.
Aún así, ama sin condiciones, el ser humano está hecho para amarse entre sí, o para amar aquello que le llena y le hace sonreír cada día un poco más, ama la lluvia, ama la música, ama el viento y los paisajes del mundo, amate a ti mismo y comparte tu amor con alguien especial.
Pese a la enfermedad del desamor, pese a que cuesta seguir adelante, salir del pozo, volver a sonreír sinceramente y conciliar el sueño, lucho contra mí mismo cada día e intento no ponerme la zancadilla, pues espero algún día recuperar a la persona que fui, alegre, con ganas de vivir intensamente, enamoradizo, confiado, feliz.
El amor, que preciosa sinfonía cuando llega y que doloroso golpe en todo tu cuerpo cuando se marcha, aún así, que vida más triste sería una sin haber conocido amor.
A día de hoy, me siento orgulloso, pues todo lo que podía dar lo di, mi tiempo, mis ganas, mis caricias, mis besos, mis abrazos, mi pasión, mi comprensión, mi apoyo, mi sonrisa, mi lujuria, mi corazón tanto di que ahora me siento vacío, pero que reconfortante es este vacío cuando sabes que se debe a que un día amaste hasta perder la noción de la vida misma.
Son las 5 de la madrugada, y el insomnio sigue ganando todas y cada una de las partidas, intento conciliar el sueño con algunas valerianas y a la vez escucho suave música de piano, una pieza lenta, romántica, triste, unas notas rasgadas como un suspiro, siento la música y me aferro a ella, pues es mi vía de escape, es lo que llena mi alma y despierta mis sentidos, no es solo sonido, son balbuceos de sentimientos y vida, amo la música profundamente.
Siento la vida como un tren que inicia el trayecto cuando nacemos y lo finaliza cuando nos llega la hora, ese tren hace muchas e innumerables paradas a lo largo de los años, hay quien decide subir a tu tren para nunca más bajar, y hay quien está de paso y solo te acompaña una parte del trayecto, da igual si alguien se baja acertadamente o no, la cuestión es que el tren jamás da marcha atrás y pese a que quien bajó puede arrepentirse o sentir nostalgia, nunca volverás a visitar las mismas estaciones.
En mi vida, he perdido ya mucho, he visto nacer y morir al mismo tiempo, he visto la verdadera tristeza viviendo reflejada en unos ojos, he visto la angustia en sonrisas que dejaron de existir, me he sentido morir por dentro y he deseado marcharme yo en su lugar, he sobrevivido reprimiendo para poder devolver una sonrisa, he usado un caparazón de puro acero para sellar mi corazón y ser fuerte para quien me necesitó, he rehusado a mi orgullo en innumerables ocasiones por mantener una felicidad y una calma, he perdido a personas que ahora viven entre nubes y he ganado a otras, he mirado hacia arriba en una noche y he gritado un porque hasta quedarme sin voz, he llorado de desesperación y he sentido mi pecho explotar cuando he caído al suelo de rodillas por no poder sostenerme, he mirado a la luna y las estrellas pensando en todo lo que he perdido y me he sentido solo e insignificante.
Aún así, el sol saldrá y yo viviré un día más, y tendré una nueva oportunidad de demostrarme que soy fuerte, que nada puede conmigo, que ser una persona sensible enamorada del amor y el arte, no es un error, saldrá el sol y encontraré mi lugar en este mundo, avanzare por mi camino pese a las penas, las tormentas, las tristezas, las tragedias en mi vida y el desamor que atraviesa mi corazón como una estaca, si yo puedo, tú puedes.
Saldrá la luna y yo brindaré con ella.
(Mende)
.... Me hizo llorar , muy bello....
