Hola a todos y todas. Llevo ya varios meses leyendo en silencio las historias que se publican en estos foros, buscando así quizás una manera de que la tremenda soledad que siento se me haga un poco más soportable. Pero hoy necesito expresar, aunque sea de forma anónima, toda esa soledad que me está destruyendo por dentro y por fuera. No sé si alguien me leerá, pero de verdad que necesito hacer esto. Siento muchísimo toda esta parrafada que ahora voy a soltar, pero creo que ya he llegado a mi límite...
Soy un chico de 23 años (los cumplí hace dos días). Vivo en Córdoba (España) y actualmente estudio en la universidad, a la espera de poder graduarme como profesor de lenguas extranjeras. Creo poder afirmar que soy una buena persona, sincero y honesto, pero lo cierto es que también soy muy tímido y me cuesta mucho abrirme ante el resto de la gente, además de que no le suelo caer bien a nadie cuando me conocen: no me gustan los botellones o las discotecas, sino que prefiero quedarme en casa escribiendo o leyendo un buen libro en vez de salir a beber alcohol, y si salgo es para hacer algo más tranquilo como ir al cine o simplemente a dar un paseo y tomar un refresco. Además tengo una personalidad muy atípica: no soporto la maldad, la violencia o las injusticias, no soy superficial o materialista, y puedo parecer un poco infantil porque me encantan los niños pequeños y adoro jugar con ellos, no puedo evitarlo. Estas son algunas de las razones por las que apenas tengo amigos, por no decir ninguno (en honor a la verdad, a día de hoy diría que solamente tengo dos amigos que realmente pueda considerar como tal, y ni siquiera yo los llamaría así). Además, nunca he tenido pareja, y eso se debe en gran parte a que yo no quiero algo pasajero, sino que, puestos a tener una relación, yo quiero que sea una relación seria, con una persona a quien cuidar y con quien compartirlo todo. Así que, por unas cosas o por otras cosas, lo cierto es que me siento muy solo y lo paso muy mal con esta situación. Sé que la solución más obvia sería intentar hacer amigos, pero es que eso es algo que me cuesta muchísimo, sobre todo por mi timidez y mi inseguridad, y porque no soy capaz de congeniar con nadie. Lo peor de todo es que a esta soledad hay que añadirle que mis circunstancias personales me hacen sufrir aún más.
Mi vida nunca ha sido fácil, sino todo lo contrario: he sufrido muchísimo, más de lo inimaginable. Y llevo haciéndolo prácticamente desde que nací. Mi madre se quedó embarazada de mí siendo muy joven y, una vez que ya nací, siempre me repetía, desde que yo era sólo un niño pequeño, que ella había perdido su adolescencia y su juventud por mi culpa, que yo jamás debería haber nacido, que sólo vine al mundo para destrozarle su futuro, que mi existencia era un error y un accidente... Además de esto, ella siempre se desentendía de mí y me dejaba con mis abuelos para poder irse de fiesta. Esos crueles comentarios y esa falta de cariño me convirtieron en un niño muy inseguro y en el colegio fui incapaz de hacer amigos porque los otros niños me veían muy callado y muy triste, y se burlaban de mí. Es decir, yo lo pasaba mal tanto en casa como en el colegio. Y la situación empeoró mucho más cuando mi madre se casó con mi padrastro, ya que ese hombre jamás me vio como a un hijo y me maltrataba por pura diversión. Ahora que ya soy una persona más adulta, sé muy bien que debería haber denunciado esos maltratos cuando comenzaron, pero en aquellos momentos yo era sólo un niño pequeño y estaba realmente aterrado de miedo. Fue muy duro, de verdad... Y lo peor de todo es que no tenía ningún amigo que pudiera apoyarme, ya que por culpa de toda esta situación me convertí en un chico muy cerrado y eso hizo que en el instituto nadie quisiera estar conmigo y me marginaran durante los seis años en que estuve estudiando allí. Tampoco podía buscar refugio en el resto de mi familia, ya que desde el principio todos ellos se pusieron de parte de mi madre, que a su vez defendía a mi padrastro.
Así que crecí en estas horribles circunstancias, sufriendo en silencio sin poder hablar con nadie y decirle como me sentía, despreciado por mi familia y por mis compañeros de clase por los valores en los que yo creo, llorando todas las noches en mi habitación sin hacer ruido para no despertar al monstruo que dormía en la habitación de al lado. Al cumplir la mayoría de edad me vi obligado incluso a marcharme de mi ciudad durante casi dos años para escapar de aquella terrible situación. Fueron dos años de mi vida que perdí, en el sentido de que no pude seguir estudiando, sino que lo único que podía hacer era trabajar para poder mantenerme a mí mismo. Actualmente, y por razones que ahora no quiero comentar, estoy de nuevo en mi ciudad, pero en esta ocasión estoy viviendo yo solo, alejado de mi familia. Me queda año y medio para terminar la universidad, así que en ese aspecto no puedo quejarme. Y precisamente ha sido en la universidad donde por primera vez he comenzado a hablar con alguna gente, ya que allí al menos no se burlan de mí como me sucedía en el colegio o en el instituto. Sin embargo, por ser yo tan diferente al resto y no gustarme lo que le gusta a la gran mayoría, no tengo amigos, al igual que tampoco tengo pareja. Por todo esto me siento muy solo y eso hace que siga sufriendo bastante, aunque normalmente intento no aparentarlo. Pero es muy duro, realmente duro. Y llega un momento (como ahora mismo) en que esa soledad se hace insoportable y necesitas gritar con todas tus fuerzas, aunque eso no sirva absolutamente de nada. Por eso me he decidido a expresar por aquí todo lo que siento; era algo que de verdad me estaba (y me está) quemando profundamente.
Yo nunca he deseado nada para mí, pero si tengo que pedir un deseo... lo único que deseo es encontrar aunque sea a una única persona en el mundo que me comprenda y que comparta mis valores, que tenga un buen corazón y que quiera mi amistad a pesar de todo el sufrimiento que tengo sobre mi espalda. Quiero saber lo que se siente al recibir un abrazo cuando lo estás pasando mal. Quiero encontrar un poco de felicidad dedicándome a hacer feliz a esa otra persona. Sinceramente, tengo miedo a seguir estando solo, como he estado durante 23 años, y quedarme así durante el resto de mi vida. Sé que está mal que yo diga esto, pero creo que no me merezco algo así. Me gustaría pensar que tengo suficiente bondad en mi interior, y por eso daría cualquier cosa por encontrar a una única persona a quien entregarle toda esa bondad. No pido a dos o a tres, sino a una. Sólo necesito a una persona.
En fin, no sé si alguien se habrá tomado la molestia de leer todo esto. En cualquier caso, muchas gracias a quien lo haya hecho, de verdad lo digo. Realmente necesitaba expresar todo esto de alguna manera, porque ya no puedo soportarlo más...
Mostrar más