Hola! Yo tengo 32 años y tuve una relación de 10 años muy seria. Llegando ya al úl!@#*! tiempo yo entré en ataques de pánico y crisis de ansiedad. Los motivos en realidad fueron porque la relación no era muy sana. Pero bueno a lo que quería ir es que voy como 2 años y medio sola ya que mi pareja cuando supo la crisis en que caí no pudo manejarlo y se fue. Este tiempo lo he avanzado con mucho esfuerzo, con muche fe en Dios y compañía de mi familia y digo compañía porque porque hasta el día de hoy no comprenden que lo que tengo es un trastorno y es algo que no puedo controlar. La ansiedad aparece como cuando vez una película de terror que te da mucho miedo y te deja tocado. Algunos desarrollan miedo, otros piensan y piensan y a veces las dos cosas se alternan. Y luego cuando has botado tanto energía en esa siuaciones viene la depresión porque tu cuerpo y tu mente ya no pueden más. Quiero decirles a los esposos que están aquí, primero que admiro el amor que tienen por sus esposas porque al contrario de lo que a mi me pasó veo a dos hombre que se la juegan y deean mantener su compromiso en las buenas y las malas con sus amadas esposas, y eso que ustedes están haciendo es amor, lograr cosas extraordinarias en medio de la dificultad. Sé que quisieren que toda vuelva a ser como antes, creanme que quienes padecemos de ansiedad deseamos lo mismo, y en realidad muchas veces nos deprimimos porque nuestro cuerpo no responde como quisieramos, la ansiedad a veces se somatiza y el cuerpo reacciona de maneras que no podemos evitar. Si sus esposas no pueden controlar lo que les sucede ustedes tampoco podrán. Lo primero que tienen que hacer es aceptar que las cosas no volverán a hacer como antes, y pensar que esta es una nueva etapa para ambos. Un trastorno es llevadero pero no desaparece. Aún así si se puede aprender a vivir con él, y se pueden tener días maravillosos, aunque de cuando en cuando llueva y no haga sol. Sus esposas han cambiado, no su esencia, sino su estado de salud y es necesario acoplarse a la nueva realidad. Cuando uno tiene ansiedad a veces no entiende por qué, se siente tan injusto sntirse tan normal y luego sentir que no tienes control del estado de tu mente y de tu cuerpo. No es una rabia a sus esposos, es una rabia con la vida. A mí lo que me ayudó mucho fue acercarme a Dios, y hacer las pases con Él porque aunque uno no lo acepte uno se molesta porque Dos permitió que uno cayera en algo que nos hace sufrir tanto a veces. Ella necesitan primero soltar esa rabia de sentir esa injusticia para poder tener paz y fuerte para poder sobrellevarlo. Y ustedes esposos, que hicieron un juramento ante Dios, necesitan buscar la fortaleza de Dios para ayudarlos a entender que el dolor que sus esposas les causan no es más que el reflejo del mismo dolor que ahora ella tienen dentro de sí mismas. Ustedes pueden apoyarlas, pero no lograrán cambiarlas aunque lo deseen con todo su corazón, porque el único que cambia situaciones imposibles es el Señor. La manera en que pueden apyarlas es dándoles oportunidad de botar esa energía que se desborda con la ansiedad de una manera más sana, haciendo deporte, gimnasio, algo que les puede ayudar en casa también es hacer trabajos manuales, manualidades. Buscar información sobre que alimentos deben evitar para incrementar la ansiedad, como la cafeínas, la coca cola, etc. Aprender terapias de relajación para poder dormir, técnicas de respiración, leer antes de dormir para agotar la mente y no dejarla divagar. Son muchas cosas en realidad, cosas que he tenido que aprender también yo, o ir a clases de baile. No necesitan solucinar lo que les pasa, pero aunque sean como discos rayados, sólo escúchenlas, abrázenlas, háganle masajes, vean formas en que puedan quemar energía dentro del hogar para minimizar las reacciones impulsivas. Y ustedes dentro de sus corazones comprendan que ellas luchan cada día por mantener su alegría de vivir, por seguir siendo parte de su hogar. Ella también están luchando, y lo digo porque lo vivo día a día. Que sigan yendo a terapia, pero busquen juntos a Dios, porque sin esperanza, sin fe, el amor se marchita. Dios los acompañe y les enseñe a amar a sus esposas así como Él los ama a ustedes. Y siéntanse orgullosos de saber amar en las buenas y en las malas. Bendiciones!!
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