Yo también perdí a mi padre hace tres años...
Y te entiendo tan bien. Yo también pienso en él, constantemente. Cada vez que hago algo, en el trabajo, cuando me compré piso.... Siempre pienso en qué consejo me daría, en lo contento que estaría por mi. Pero él ya no está y he tenido que aprender a vivir sin él, con ese agujero en el corazón... Yo también tengo un hermano, y curiosamente yo también era la niña de los ojos de mi padre...
También estuvimos un tiempo sin hablarnos, por culpa de mi cuñada. En este caso él se portó fatal conmigo y con mi madre, porque no podíamos aguantar más las impertinencias de mi cuñada, y menos cuando acabábamos de perder a mi padre. Mi madre lloró muchísimo y eso hizo que me cabreara todavía más con él, porque no podía verla llorar por la ausencia de mi padre y además, por el daño que le hacía su hijo. Afortunadamente, poco a poco, y gracias a mi madre, que propició el acercamiento después de muchos meses, fuimos retomando el contacto. Mi cuñada cambió, y ahora mi hermano y yo volvemos a llevarnos bien, a ser hermanos....
Si me dejas darte un consejo, te diría que a veces hay que perdonar los errores de los demás, y si hubo un tiempo en el que tú y tu hermano os llevabais bien, intentadlo de nuevo. Por vosotros y por tu madre, sobre todo por ella. Tiene que ser muy duro perder a tu marido y ver cómo tus hijos se distancian. Yo me siento muy feliz por poder llamar a mi hermano, ir a su casa a verlo, contarle mis cosillas. Por nada del mundo volvería a distanciarme. Y pienso en mi padre, quien seguramente desde donde esté nos ve querernos, y se alegra.
¡Ánimo!