Lo mejor para una persona en la juventud es estudiar para poder obtener, tiempo después, un trabajo con buena paga, o saber cómo poner un negocio y administrarlo con éxito. Es verdad que a muchos el estudio no se les facilita, pero es cuestión de perseverancia.
Recuerdo el caso de un vecino, con un empleo de poca paga, que culpaba a sus padres de no haberlo obligado a estudiar, "debieron haberme pegado para que no dejara de estudiar" -les reclamó en varias ocasiones.
El estudio abre muchas puertas.