¡Nada! No tendrías por qué estar revisando el celular de tu pareja. Si no confías en él porque te da motivos para no hacerlo, date tu lugar y déjale. Y si él no te da motivos, saca esos pensamientos de tu cabeza. A nadie nos gustaría que irrumpieran en nuestra privacidad, además, ¿sabes que es delito?