Buenas noches. Os cuento mi historia con la esperanza de encontrar a alguien que (sintiéndolo mucho) esté viviendo algo similar. Por supuesto acepto todas las críticas del mundo pero vamos, que que soy la peor persona del mundo y que arderé en el infierno por toda la eternidad y más allá, ya lo sé. Hace 16 años comencé una relación con un chico estupendo (de los que le gustan a todas las madres, vamos). Proyectos en común, nuestro piso, nuestras hijas (9 y 6 años) y una buena relación, sin problemas, sin discusiones... todo fantástico. Yo, mujer y madre abnegada a más no poder. Él, un hombre de su casa y su familia, una joya. Antes de tener a mis hijas perdí a mi sobrino en un accidente de tráfico y aquello, me destrozó la vida. Tenía motivos para ser feliz pero era incapaz. No disfrutaba de nada y para no pensar me volqué en mi casa, en mi marido y mis hijas. Los roles muy bien definidos y yo cada vez, siendo más consciente de que mi relación no me llenaba. Siempre me quejaba de que no me ayudaba en casa ni con las niñas, aunque seguramente fue culpa mía por acostumbrarle a un estilo de vida en el que como he dicho, la casa y las niñas eran cosa mía, aunque yo también trabajo. Soy muy de mi casa, muy maternal y protectora y el hecho de que el tuviese lejos a su familia, hizo que me volcara en la relación de una manera cadi enfermiza. Me preocupaba demasiado de si bien estar hasta casi el punto de llegar a sentirme más su madre que su pareja. Por supuesto ahora busco razones, excusas, lo que sea para llegar a enterder qué me ha pasado. Pero pasó. Y de la forma más absuda he irracional posible. Un día me crucé con un hombre (ese hombre de nuestros sueños que todas tenemos) y para mi desgraciada o mi fortuna, él también se fijó en mí. Han pasado dos años y, aunque hace casi uno que me separé de mi marido (incomprensiblemente para él, pq yo nunca le cuento que me he enamorado de otra persona) no termino de desvincularme con lo cual, mantener una relación con la persona de la que estoy enamorada es imposible. A veces vuelvo a casa, cuando voy a dejar a las niñas y después me cuesta la vida volver a salir pq siento tanta pena...
Tengo una dependencia y una obligación moral con mi familia que no me deja vivir. La psicología me dice que rompa con todo de una vez, que piense en mí, pero no me atrevo y, por no querer hacer daño, hago todo el que puedo. Mi ex sufre, el «amor de mi vida» sufre y yo sufro por ellos, por «ellas» y por mí, pq no soy capaz de aceptar que mi matrimonio se rompió y tengo derecho a ser feliz pero..¿A costa de qué? ¿Del sufrimiento de mi familia? No avanzo y no dejo a nadie avanzar, pero creed que no es por egoísmo, sino pq la culpa de destrozarle la vida a mi marido no me deja vivir.
Gracias