Resulta que siempre fui una persona muy dejada, permitia que me hicieran todo, porque asi me educaron, a que mientras yo no moleste y no de problemas, todo esta bien; pero todos me tomaban de su tonta y me harté. Llevo unos años poniendo límites, como me aconsejaron, pero esta última vez se que yo tengo razón, que hay actitudes que no tengo por qué soportar y después argumentos que no creería ni el más idiota. Pues me puse en mi lugar y mostré mi descontento, y ahora "yo soy la villana del cuento, soy muy mala, soy lo peor" y se que no es así, que todo son manipulaciones, pero me siento fatal. Llevo casi dos semanas que no paro de comer, no les miento si les digo que he subido como 5 kilos, estoy deprimida, me siento muy mal, crei que al final me sentiria bien conmigo si me mantenia firme, pero ahora las cosas se han hecho grandes, solo porque la tarada favorita no se dejó esta vez, y me duele esta situación.
Hay que poner límites ¿y después qué?