Hola a todos. Explico mi situación.
Hace dos años empecé a quedar esporádicamente con una chica, y poco a poco me fue gustando más y más. Pasados unos meses me declaré, quizá precipitadamente porque ella estaba libre y yo no quería dejar escapar por lo menos la oportunidad de decírselo, ante lo cual ella me dijo que hacía poco que había concluido una relación anterior y que ahora no estaba preparada para iniciar otra. Añadió que nunca había tenido un amigo como yo y todas esas cosas preciosas que se dicen.
Ante mi sorpresa, no me mandó a freír espárragos y se apoyó mucho más en mí, sobre todo en momentos para ella algo amargos. Mi situación era incómoda porque ya tenía el no anterior, pero nuestros lazos se iban estrechando. Se estrecharon tanto que por fin un día nos liamos, y al día siguiente me llamó para el clásico tenemos que hablar. Su solución, distancia, porque nos veíamos mucho y ella creía haber confundido la amistad con otra cosa.
Yo pasé un tiempo realmente malo, pero decidí seguir el manual, que en estos casos dicta ser distante y pasar un poco de ella. Ella en esos momentos me reprochó que ya no quedábamos como antes y bueno, tras dos meses de parón, nos volvimos a liar.
A partir de aquí, hemos pasado 6 meses realmente fabulosos, haciendo vida de novios pero eso sí, sin que ella nunca llegara a oficializar la relación (miedo a la palabra novio), con los consiguientes efectos de esto: incertidumbre ante preguntas de terceros sobre la relación que yo tenía, no presentación en sociedad ante mis amigos como novia, y en ocasiones, me he sentido un poco ocultado por ella. Pero al margen de esto, nuestra vida era de novios y felices: muchísimas llamadas diarias, citas diarias, escapadas de fin de semana..y ojitos de enamorados.
Yo tenía la esperanza de que ella finalmente cediera y diera el último paso que nos quedaba, la oficialidad, pero últimamente ella ha conocido a gente nueva en una actividad de ocio de cuyo nombre no quiero acordarme, y hacía más planes que de costumbre con esas personas, en detrimento mío, claro. Hace 15 días me llamó para hablar y me dijo que no podíamos seguir así, que yo estaba entregado y que ella no sentía lo mismo, y que a futuro iba a ser lo peor para mí continuar así. Vamos, que me ha dejado, con mucha pena por su parte, eso sí, claro.
La llamé una semana después para decirle que yo necesitaba mucho tiempo para centrar mis sentimientos; tengo temor a que haya sido la influencia de un tercero lo que ha propiciado la ruptura, aunque ella me ha asegurado que no, que no hay un nombre en particular.
Ahora estoy hecho polvo, intento pasar de ella y me concentro para no volver a verla en mucho tiempo, pero su recuerdo es recurrente y la echo mucho de menos, y es que ha sido mi primer gran amor.
Gracias por leer, si alguien llega al final