Comenzaré por relatar como empezó todo hasta ahora que estoy hundido en mi apocalipsis personal.
La edad de ambos es necesario mentarla en esta pequeña historia antes de empezar; yo tenía 26 y ella 19.
Cómo nos conocimos fue de lo más romántico, hace cosa de un año y medio mi hermano creó una página web donde escribir composiciones literarias; poemas, prosa poética, relatos Y bien, la cosa empezó como un juego para mí y saliendo de noche me fijé en una chica y le comenté lo de la página. Ella ya se había fijado en mí mucho antes y le gustaba. Entonces el juego empezó en el foro de esa página y en los respectivos poemas. Hasta que un mes después nos besamos por primera vez. A partir ese fin de semana ya quedábamos a dormir juntos. Yo soy demasiado tímido, inseguro e introvertido, así que no fui capaz de quedar con ella sin estar bebido hasta mes y medio después, pues ella me lo rogaba cada fin de semana. Me hizo sentir seguro y así llegó la primera noche que dormí con ella estando sobrio y siendo yo mismo. Ella se estaba enamorando de mí hasta las cejas, cada día más y más, hasta que me empezó a angustiar la situación pues le estaba cogiendo demasiado cariño y no quería hacerle daño porque yo aún no sentía el verdadero amor. A los dos meses se lo dije y lloramos abrazándonos. Ya estaba naciendo mi amor por ella. Ya no la miraba como al principio, una niña de sólo 19 años, veía una madurez inusual en ella para su edad. Éramos afines en gustos y en personalidad, los dos un tanto excéntricos y raritos. Resta decir que a los tres cuatro meses yo ya estaba totalmente enamorado de ella. Cada día nuestro amor crecía más y más, aunque sinceramente siempre ella llevándome la delantera en cuanto amor se refiere. Con sus 19 añitos rápidamente abandonaría el nido y se iría a vivir a la casa de su finada abuela dónde ya residía su hermano mayor. No cesaba en persistir con ruegos angelicales a cada paso que no podía estar sin mí. Con todo esto, prácticamente ya hacía vida con ella en su casa. Me decía que era el hombre de su vida, mensajes en los que me escribía que ella me iba a cuidar el resto de su vida, que sería mi costurera, mi cocinera, mi única esclava, mi amante eternamente enamorada Palabras que sin yo saberlo, por ingenuo de la vida, el viento se encargaría de robarme tiempo más tarde. En fin, siempre se lo decía después: ¡Eres tan querible! Y de veras, no es porque esté enamorado de ella pero era imposible no quererla. Lo que vivimos fue lo mejor de mi vida y de la suya. Éramos la pareja perfecta. No me explayaré más en lo bonito que fue, hasta que surgió lo que mi corazón ciego no supo ver. Mi ex era y es una persona muy volátil y muy libertina y tarde o temprano tendría que pasar lo que al cabo de 1 año y tres meses sucedería. Un viernes que yo trabajaba ella salió y se morreó con un tío de 27 años. Al día siguiente me llamó y me dijo que teníamos que hablar, pues se sentía muy mal y que no la merecía y todas esas mierdas. Me lo contó, hablamos, lloramos y la perdoné. Ahora y desde hacía tiempo era yo el que estaba totalmente enamorado, el que sentía que ella iba a ser la mujer de mi vida. Pero claro, tanta demostración de amor en esa genética las hace dudar por doquier. Aunque todo parecía que se iba a arreglar, el lunes su cabeza dio demasiadas vueltas y le empezaron a surgir las dudas existenciales del amor. Esa misma noche me dijo que por la tarde pensó de todo y dentro del todo estaba el que quería dejarlo. Se sentía fatal por haberme hecho tanto daño y porque sabía que podría volver a hacerlo. Me lo tomé demasiado bien, hasta ella se sorprendió, pero es que yo no lo estaba asimilando. Tardé días en aceptarlo pero aún así había cosas que no me cuadraban. Yo no sería capaz de sacrificar una relación sintiendo tanto amor por lo que ella me refirió: Un necesito probar más cosas, verme así toda la vida me angustia, necesito tiempo para pensar En fin algo que no sucede si sientes un verdadero amor como yo lo siento por ella y ella lo sintió por mí. Entonces desesperado la llamé y le dije que no me cuadraban las cosas y necesitaba saber la verdad, y fue ahí cuando ella me dijo que a lo mejor su amor se estaba apagando y que ella no lo supo ver hasta que sucedió lo que sucedió.
Al fin de semana siguiente gran borrachera y no la vi. A la semana siguiente otra tremenda borrachera aún más grande y tampoco la vi. Ya eran dos semanas sin verla y una y media sin hablar por móvil, así que no pude más y la llamé para quedar con ella por la tarde. Su respuesta fue tan dura como las sucesivas a cada una de mis preguntas:
- Uff hoyhoyno
- Pues la verdad es que estoy muy bien.
- Sí, estoy con ese chaval del viernes
- Sí, quedamos a dormir.
... cómo envenenan las palabras en su preciso momento. Al final me tuvo que reconocer que al chaval ese lo había conocido en el bar donde trabaja hacía cosa de un mes.
Reseñar también que justo cuando la conocí estaba intentando dejar a su novio con el que llevaba 2 años y que finalmente dejaría antes de darnos nuestro primer beso. Un novio de 27 años con el que nunca llegó a enamorarse.
Ahora, con sus 20 años, y analizándolo todo fríamente sin esa ceguera sentimental, me doy cuenta de que es una edad resbaladiza para tener una relación con visos de futuro, más siendo tan volátil y liberal.
Creo, más bien, estoy seguro de lo que tengo que hacer. Pasar de ella, olvidarla cuanto antes y no hacer castillos en el aire de que pueda volver. Porque aunque eso roce lo imposible, nunca se sabe, y si quisiese volver a mí, el que yo la aceptase sería el error más grande de mi vida.
Todo esto me está matando, una desazón que me consume a en cada momento. Aún así, necesito opiniones. Otros puntos de vista, leer respuestas y desahogarme como ahora escribiendo la historia más bonita y triste de mi vida.
Son 20 años son
20 nada más,
Para dar la vuelta al mundo
