Dejar de ser persona-crónica de un suicidio

He dejado de ser una persona.

Tengo ahora quince años. He sufrido a una madre superprotectora distímica y a un padre prácticamente bipolar. Vivo a 5 kilómetros del pueblo y no tenía amigo alguno. Fui al colegio que me tocaba más próximo, donde se juntaba gente de baja estofa que se encargaron de hacerme la vida imposible a causa del tamaño de mi cabeza y del curso que me salté porque tres pedagogos dijeron que era demasiado inteligente.

Mi hermana, cinco años menor que yo, sufría un déficit de atención y mis padre no dejaron nunca de pelearse entre ellos lo que no mejoraba mucho las cosas. Con nueve años me aceptó un grupo, para reírse de mí a mis espaldas, y derivó en una pelea bruta de mí contra seis, y que me dejó cada secuela...

Nunca se lo conté a nadie porque me habían amenazado. Pasé dos años de mi infancia en soledad, acostándome a las 7 de la noche para poder levantarme en secreto a las 5 para ver la televisión, y sin salir por las tardes ni en verano. Mis padres jamás se preocuparon por ello.

No tengo familia por parte de padre, y de los 11 hermanos de mi madre he visto a dos, uno que aún es arisco conmigo porque le cae mal mi madre, y otro a quien llevo desde esa época de mi vida sin ver.

Cuando entré al instituto las cosas no me fueron mucho mejor. Me enamoré, me desengañé, etc...lo típico. Posteriormente, los mismos que me habían perseguido en el colegio me agredieron aquí. Entre ellos se encontraba el hijo del director, cosa que no me favoreció mucho que digamos. En mi segundo año robaron material escolar del aula de música y lo escondieron en mi mochila, por lo que tuve que pedir disculpas y pagarlo ante la amenaza de otra paliza que finalmente, sucedió cuando caminaba sin compañía a una papelería para hacer unas fotocopias.

Salí con un grupos de compañer@s de clase, que decidieron apartarme porque les amenazaron por haber estado viéndose conmigo. Recurrí a mis padres, que lo único que hicieron fue ir a hablar con el director. Al día siguiente siguieron el trayecto del autobús que yo cogía, con sus motos. Se quedaron esperando a mi puerta. Mi padre y yo les amenazamos. Por la noche nos tiraron un cóctel molotov y denunciaron a mi padre por agresión física. El juicio aún está pendiente.

En mi tercer año de estudios de ESO mi madre abandonó mi casa durante un mes y mi padre empezó a verse con compañeras suyas unde trabajo. La pandilla en cuestión dejó de interesarse por mí, pero ya nadie trataba conmigo. Hice amistad con unos compañer@s de clase (yo sinceramente me considero una persona bastante sociable, pero termino por resultar desagradable, por insistente) con los que salí algunos días. En verano me comenzaron a esquivar, por lo busqué refugio en internet. Dejé de dormir por mi necesidad de distraerme y abstraerme. Comencé a interesarme por música rock y heavy metal lo que me creó una mala fama en mi pueblo que aún no me he quitado de encima.

A mediados de año me escapé del instituto después de que me encerraran en unos servicios durante las tres primeras horas de clase. Recibí una llamada de atención a mi casa.

Dejé de acudir desde entonces y tramité el cambio de instituto, allí primos/amigos/conocidos de la pandilla del instituto anterior me volvieron a acosar. Me hice una amplia pandilla de "amigos" con los que empecé a salir. Nunca les conté nada de lo anterior, lo que les llevó a aborrecerme. Nunca me sentí mejor con nadie que con ellos, ya que compartían muchos de mis gustos. Nos unía este tipo de música, e íbamos de heavies y demás, pero me empezaron a dar de lado de nuevo. Intenté evitarlo, lo que llevó a hacerme aún más pesado. El extremo fue cambiar de fecha una fiesta con tal de poder librarse de mi presencia allí. Solo tres personas de aquel tiempo permanecieron conmigo, aparte de mi recién mudada vecina, con quien me empecé a llevar mejor que con nadie, llegando a ser mi mejor amiga.

Cometí el error de llevar a esta nueva mejor amiga al grupo de heavies. En tres meses dejó de salir conmigo. Me considera una persona "débil", "retorcida", "superficial" y "carente de personalidad".

En mi cuarto año de estudios de ESO, que pasé en el nuevo instituto, planeeé mi primer intento de suicidio, que aborté dos días antes del dia D, gracias a una buena racha que pasé, ya que trabé amistad con una compañera que sufria fobia social y que prefería quedarse sin salir a la pizarra con su 0, antes de tener que levantarse de su asiento y quedar a la vista de mis compañeros. Después de una pequeña riña con ella, su madre, también distímica, le aconsejó que era mejor que no se viera conmigo.

Más tarde un antiguo conocido de la pandilla antigua me esperó a la puerta de mis clases de guitarra eléctrica para amenazarme. Traté de responderle, cosa que logré con bastante soltura. Me respondió con un puñetazo en la cara.

Me he prometido aguantar hasta el final de este año escolar, y lo he conseguido. Ahora lo dejaré todo el Domingo 2 de Julio de este año. Hay muchos cartones sin vigilar de antidepresivos (para mi madre, yo jamás he ido a nada parecido a un psicólogo) en la despensa.

Tan solo quería compartirlo con alguien.