Hola. Os voy a contar esto aun a riesgo de todos los bombardeos acerca de que soy débil y tonta.
He estado dos años y medio con él. Cuando le conocí él estaba aún muy pillado por su ex, quien le dejó. Yo no quería enrollarme con él, pero él se dio cuenta de que me gustaba, supongo que se refugió en mí y yo no supe resistirme. El caso es que cuando me vine a dar cuenta yo ya estaba con él, pero él aún no había olvidado a su ex, y así me lo confesó cuando llevábamos 3 meses juntos. Después de eso lo dejamos, pero al cabo de pocas semanas vino a decirme que me echaba mucho de menos y que quería estar conmigo. Seguí con él, y después de eso volvió a pasar lo mismo al cabo de dos meses. Yo cada vez me prometía a mí misma que ya no volvía con él, pero cada vez que él volvía lo hacía con tal insistencia, y yo tan tonta, que acababa volviendo con él. Y así transcurrió el primer año de nuestra relación. Al cabo de ese año todo se tranquilizó, todo iba bien. Al menos lo parecía. Al cabo de otro año, o sea, cuando llevábamos 2 años juntos, descubrí que había estado con ella. Hablé con él, me dijo que había sido un desliz. Hui de él, le llamé de todas las cosas cada vez que osaba acercarse a mí, y él seguía detrás diciéndome que me quería. Llegaron a llamarme desde el hospital diciéndome que estaba ingresado muy grave con una subida repentina de temperatura y que él había dejado el mensaje de que si le pasaba algo me dijeran que él me había querido de verdad. Cuando salió del hospital, volvió a la carga, entonces le dije que para volver con él necesitaba saber la verdad de lo que había pasado. Entonces me lo confesó: había estado con las dos durante casi un año. Me dijo que nos había querido a las dos y que había llegado a pensar que era posible querer y estar con dos mujeres. Le di las gracias por contarme y le dije que no pensaba volver con él, que se lo dije a ver si así decía alguna verdad. Entonces siguió detrás de mí. Yo no entendía nada, lo lógico es que me dejara ya en paz. Por otro lado, supongo que valgo menos que una colilla, porque ante una de sus emboscadas cuando salí a la calle, accedí a tomar algo con él para que me contara más cosas. Me hizo sentir mal porque seguía insistiendo en que lo que a él le había pasado era algo que tenía que pasar, que él había estado mucho tiempo con esa mujer, que estuvo muy pillado por ella, y que ahora estaba dispuesto a estar solo conmigo. TAn tonta y débil fui que, aunque le dije que no, pocas semanas después me vi tomando otra vez algo con él, y así, después de varias veces, volví a darle una oportunidad. Le puse como condición que no pisara más la casa de su ex, ni tuviera ningún contacto con ella salvo por algún asunto urgente de su hijo. Me prometió que cumpliría mis condiciones. Ahora, al cabo de 4 meses, para comprobar si es verdad que estaba cumpliendo mis condiciones, le pedí que, si no tenía inconveniente, me dejara ver sus facturas de teléfono. Le dije que en condiciones normales yo nunca haría eso, pero que entendiera que necesitaba una prueba para confiar en él. Accedió, y lo que me he encontrado han sido dos facturas con 12 llamadas respectivamente al móvil de su ex, y otras dos, las últimas, con 5 llamadas cada una. Me quedé estupefacta, no creo que tantos asuntos urgentes por su hijo haya podido llevarle a hacer esas llamadas. Su hijo tiene 13 años y un móvil, por lo que para quedar con él no tiene más que llamarle a él directamente. Ahora he vuelto a dejarle, vosotros diréis que hasta que él quiera, claro. Yo creo que soy una pobre desgraciada incapaz de gobernar mi vida. No soy nada salvo un saco de carne. Sé que en la vida no se puede esperar que la suerte venga a salvarnos, sino que somos nosotros mismos los que tenemos que buscar nuestro bienestar. A mí me falta el coraje. Supongo que porque antes de conocerle a él mis experiencias con los hombres tampoco fueron buenas. Supongo que soy una triste y debo resignarme a mi suerte de estar sola para no conformarme con estar con hombres para quienes no soy suficiente.
Gracias por leerme.
