No sé por donde empezar, son tantas cosas. Llevo muchos años con mi marido. Empezamos en el 93 y nos casamos en el 98. En su familia las cosas no han sido muy normales nunca, su madre enviudó cuando él tenía 4 años y su hermano 2, por lo que ha sido una mujer muy protegida por sus hermanos y todos los que la rodeaban. Mi marido siempre ha sido muy madrero, y como mi cuñado siempre estaba haciendo de las suyas (robarle la tarjeta de crédito a su madre, no ir a dormir a casa o ir borracho, perderlo todo jugando a las cartas, pedir prestamos para pagar deudas de juego,...etc.), pues siempre han tenido muchos problemas entre ellos, problemas que con el tiempo se van agravando y que hoy por hoy son insalvables. Mi cuñado es muy despegado, y prácticamente no viene a ver a su madre (vive fuera), pero la malo es que tampoco le trae a los niños. Ahora en Navidad ha venido para Noche Vieja, pero ni siquiera ha llamado a mi marido para verlo, y no lo ve desde junio (que nació mi hija, y vino a verla, obligado no cabe duda, porque para el nacimiento de sus dos hijos mi marido siempre ha ido a conocerlos, pero bueno al menos vino).
Mi cuñado le ha hecho mucho daño a mi marido (y a toda la familia, lo que pasa que su madre, pues es su madre), y él está muy afectado por esto.
Nuestra relación ha ido más o menos bien, y con mi suegra siempre me he llevado bien hasta que nació la hija de mi cuñado, ella estaba desquiciada y enfadada conmigo porque yo no tenía hijos (por aquel momento no los quería), y claro mi cuñado que si tenía hijos estaba fuera, y como no se los traía, tenía ella que ir, porque era la única forma que ella tenía de disfrutar de nietos. A mi casa ni iba, porque según ella como no tenía niños, que fuéramos nosotros a su casa. A mi todo esto me iba machacando, porque yo siempre había estado al lado de mi suegra, cuando la operaban de algo, cuando le hacía falta algo, para todo, y de repente, mi cuñado y su mujer pasan a ser el centro de atención y nosotros discriminados por no tener hijos, y además ella con exigencias hacia nosotros que ni mucho menos tenía con ellos, siempre excusándolos de que ellos no podían (pero si que podían hacer otras cosas que a ellos les parecía). El caso es que todo esto estalló y tuvimos un broncazo de aupa. Desde entonces las cosas no han llegado a ser como eran, sí que han mejorado mucho, pero no han vuelto a ser iguales, yo no he llegado a tener con mi suegra la misma confianza.
¿Pero que ha pasado?, que la vida sigue, y en mayo fuimos padres, y claro, mi suegra está ahora haciéndome la pelota todo el día, cosa que yo no aguanto, no hace nada más que decirme que le deje a la niña para que yo vaya al gimnasio (cuando toda la vida me ha dicho que ella no se queda con hijos míos para que yo vaya a hacer mis cosas, que por trabajo sí, pero para otra cosa no, y ahora quiere que le deje a la niña), y yo no quiero dejársela, me duele en el alma pensar que ha sido tan interesada y que ahora le voy a dar el gusto, cuando no se lo merece, además de que es muy pesada con la niña y la cansa de tanto decirle cosas, digo yo que le deje su otro hijo a los niños, y claro esto a mi marido le molesta, y entre que su hermano lo tiene amargado y que quiere que su madre para mí sea como mi madre, pues vamos de mal en peor, y lo que más me duele es mi niña. A mi no me gusta dejar a mi niña con nadie, por la mañana va a la guardería porque yo trabajo hasta las tres, pero los lunes por la tarde tengo que echar dos horas y se la dejo a mi madre, pero voy a tener que contratar a alguien, porque mi marido no hace más que amargarme con este tema.
Os he contado todo esto para que tengáis una visión global del tema, pero en resumidas cuentas, es que mi marido quiere que para mí su madre sea como mis padres, cosa que no puede ser, para él será su madre, pero para mí es mi suegra y además no lo ha hecho muy bien que digamos. Nuestra relación está muy deteriorada por esto, y eso que le llevo la niña a mi suegra entre semana yo sola y el fin de semana con mi marido, que vamos, igual que mi cuñado, pues no es suficiente y por más que haga, nunca es suficiente para él. Me tiene realmente hundida, desde que ha nacido la niña, no puedo hacer nada, ni siquiera la puedo dejar con mi madre para ir a comprar algo, porque mi marido se enfada, y ya saca a relucir a su madre. Es desesperante.
No sé si me contestará alguien, pero al menos me he desahogado.
