Pregúntaselo directamente
Talvez se sienta muy sola o esté pasando por algo y la única forma de escaparse es a través de tí; puede ser una llamada de atención.
Pregúntale si le está sucediendo algo o el porqué de su obsesión con el teléfono y busquen la forma de solucionarlo.
Puedes decirle que no es porque te moleste, sino porque te preocupa que sus llamadas sean tan recurrentes, que es algo que no es normal y puede llegar a ser agobiante.