Foro / Psicología

Por favor aconsejenme nose que hacer

Última respuesta: 11 de octubre de 2011 a las 15:51
A
ageda_5653305
9/10/11 a las 3:03

Hace casi dos años conoci a un hombre de 32 años por este medio el chat yo acaba de terminar mi relacion con otra persona mayor que yo y casada me sentia fatal y entre a ese sitio para desahogarme y lo encontre a el nos hicimos amigos el era muy atento me aconsejaba insistia tanto en q nos conocieramos y poco despues nos conocimos fisicamente se veia mucho mas joven fuimos al cine despues de platicar me beso y me dijo que era muy linda yo tontamente le correspondí el beso despues de unos minutos le llega un mensaje que decia HOLA AMOR COMO ESTAS??? me saque de onda por su mensaje no le dije nada pues no eramos nada y yo todavía recordaba ami anterior pareja, pero el me dijo que era su mamá, no le crei y desde ahi no le crei nada siempre pense que todo lo que me decia era juego deje pasar el tiempo el era muy atento demostraba mucho interes en mi, poco despues estuvimos juntos y asi cada vez q nos veiamos era estar juuntos ya no le cine ni nada de pronto ya no me llamo ni nada pues yo nunca me enamore de el y claro mi orgullo jamas me permitio buscarlo el no lo hizo como un mes despues me busco paso lo mismo y igual le volvi a perder la pista hasta que ya volvimos como si nada ya despues se fue y regreso ami me daba lo mismo pues yo le lloraba le rogaba al otro... Ahora de un año para aca hemos estado juntos me atiende bien es linda persona lo aprecio mucho y nose porque no puedo confiar en el por mas que quiero confiar en el no puedo coom que si algo me dijera que no nadamas cuando lo veo pienso en su mensaje que le vi, el hace unos meses esta muy insistente que quiere que me case con el que ya nos vayamos a vivir juntos pero como no confio en el le dije que no y me a inisistido tanto pues siempre le e dicho que no dice que el me paga la escuela y todo pero nose que pasa que apesar de sus atenciones no puedo... Hace poco una semana estuvimos juntos claro intimamente le dije que ya no siguiera y me pregunto que pasaba porque en ocasiones le hacia eso lo unico que dije que me dolia la cabeza no pude decir mas ya que no confio en el, y desde ese dia no e sabido de el nose que hacer aveces pienso si es por otra el tiene un buen trabajo por lo mismo creo que tiene a varias mujeres y revise su perfil del chat y vi sus contactos de mujeres desnudas algunas que parecian prostitutas me senti mal por aver revisado pero desgraciadamente ya no confio en el y el lo sabe y por lo mismo lo e dejado y me busca y yo como tonta caigo pero no se que hacer aveces quisiera dejarlo pero por mi relacion pasada que me dejaron me duele hacer lo mismo... por favor aconsejenme.
Gracias....

Ver también

M
mirjam_6028362
9/10/11 a las 7:07

Por favor lee esto, hasta el final.
Te comprendo, no eres la única mujer que ah pasado por una situación similar.. a veces nos quieren y a veces nos ignoran
Por favor lee esto se que te va a servir mucho, es un poco largo, pero vale la pena. Ya no dejes que jueguen contigo.

El que se va sin que lo echen

El hombre ambivalente


Un día nos quieren y otros no. Al final, una desearía no haberlos conocido.

Es como la historia de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Si bien no hay asesinatos, la autoestima suele quedar bastante herida.

Por un lado, Jekyll es capaz de estar un mes o más tiempo en campaña para que salgan con él. Llama casi todos los días para lograr su objetivo y puede llegar a ser el hombre más encantador del mundo, mientras nos mira con ojos de enamorado, hasta que

No se sabe si fue algo que se dijo, algo que se hizo o si el clima y la alineación de las estrellas habrán influido. Lo único claro es que aparece Mr. Hyde, con su actitud de yo no te conozco, casi castigando a la mujer que osó creer que él podría estar interesado en algo serio con ella. Otras veces, simplemente desaparece durante semanas para luego regresar a tierras conocidas, con la misma cara de siempre, como si esto del ir y venir fuera parte de su naturaleza humana, de su especie que parece ser una diferente a la nuestra.

Es un demente para algunas, un ser que se quiere dejar en el olvido lo antes posible. Es el hombre ambivalente que describe la terapeuta Rhonda Findling en su libro No le llames. Según la norteamericana, este tipo de hombres:

1.- Le dice a una mujer que la ama, para luego comenzar una relación con otra. Aún así, algunos temerarios insisten en que quieren estar con una, pese a estar con otra u otras.
2.- Constantemente le expresa a una mujer que la echa de menos, pero por algún extraño motivo nunca tiene tiempo para verla.
3.- Al día siguiente de haber salido con él y de haber sentido una gran conexión, actúa de manera distante y formal.
4.- Nunca llama cuando afirma que lo hará y cancela las citas que ha acordado.
5.- Suele llegar siempre atrasado o derechamente dejar plantada a su víctima.
6.- Se le distingue por tener una facilidad envidiable para esfumarse por semanas, y luego reaparecer sin arrugarse.

Desde la perspectiva psicológica, la ambivalencia es un estado de ánimo, transitorio o permanente, en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos, como lo explica la Real Academia. Dicho de otro modo, se refiere a personas que un día dicen que nos quieren y al otro desaparecen de la escena, que tras mostrar todas las señales de interés, reaccionan casi como ofendidos cuando la mujer los encara.

El peligro está en que, como explica Findling, este tipo de hombres puede hacer que una mujer se sienta rechazada o abandonada, afectando su autoestima al verse a sí misma como la más reprochable del mundo, ya que algo muy atroz debió haber dicho o hecho como para que terminaran escapando así de ella.

El miedo a perder a ese hombre nos lleva, a su vez, a aferrarnos todavía más a él y no dejar de llamarlo y perseguirlo () Puesto que no entendemos su actitud impredecible, empezamos a dar vueltas a todo lo ocurrido con él para averiguar qué es lo que debemos haber hecho mal. Nos autocensuramos por haber dicho o hecho cosas por las que normalmente no nos disculparíamos y que, sin embargo, ahora nos hacen sentir tremendamente culpables, cosa que como ya se puede imaginar representa un craso error.

Ambivalencia literaria
Yo volví andando a casa y no me preocupó cómo volvía ella a la suya. Simplemente me marché. Después añadió: Es muy extraño... Me refiero a que la chica me gustaba, me gustaba de veras. Y en aquel momento me harté de ella. Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides.


¿Qué lleva a un hombre a comportarse como un demente?

Otra mujer, miedo al compromiso, problemas de confianza que lo llevan a jugar con otras personas de la misma forma que alguna vez jugaron con él, dice Fernando (26) y no difiere mucho de lo que explica la terapeuta, quien achaca este comportamiento a un serio problema de inmadurez de alguien que ve a la mujer como una extensión de sí mismo en vez de un ser aparte, por lo que espera de ella satisfaga sus necesidades emocionales, sexuales o económicas.

Pero le entra el pánico cuando se ve demasiado implicado en una relación, se siente engullido por una mujer por la que se siente atraído, y para aliviar esa ansiedad, se distancia o desaparece () Hará todo cuanto sea necesario para no tener que soportar el terror y la vergüenza de su propia vulnerabilidad, afirma Findling.

Hay que ser realistas y aceptar la vieja verdad universal de que un hombre no cambiará, ni por arte de magia ni por nosotras. Así que nada de jugar a las psicólogas. Lo único que se puede hacer es recomendarle que visite a un profesional que lo ayude con sus problemas de seguridad y confusión emocional. Y lo más importante: hacerse a un lado, para no terminar igual de insegura que él. Pero cuidado con las recaídas. Mr. Hyde suele regresar al escenario del crimen.

A
ageda_5653305
11/10/11 a las 15:51
En respuesta a mirjam_6028362

Por favor lee esto, hasta el final.
Te comprendo, no eres la única mujer que ah pasado por una situación similar.. a veces nos quieren y a veces nos ignoran
Por favor lee esto se que te va a servir mucho, es un poco largo, pero vale la pena. Ya no dejes que jueguen contigo.

El que se va sin que lo echen

El hombre ambivalente


Un día nos quieren y otros no. Al final, una desearía no haberlos conocido.

Es como la historia de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Si bien no hay asesinatos, la autoestima suele quedar bastante herida.

Por un lado, Jekyll es capaz de estar un mes o más tiempo en campaña para que salgan con él. Llama casi todos los días para lograr su objetivo y puede llegar a ser el hombre más encantador del mundo, mientras nos mira con ojos de enamorado, hasta que

No se sabe si fue algo que se dijo, algo que se hizo o si el clima y la alineación de las estrellas habrán influido. Lo único claro es que aparece Mr. Hyde, con su actitud de yo no te conozco, casi castigando a la mujer que osó creer que él podría estar interesado en algo serio con ella. Otras veces, simplemente desaparece durante semanas para luego regresar a tierras conocidas, con la misma cara de siempre, como si esto del ir y venir fuera parte de su naturaleza humana, de su especie que parece ser una diferente a la nuestra.

Es un demente para algunas, un ser que se quiere dejar en el olvido lo antes posible. Es el hombre ambivalente que describe la terapeuta Rhonda Findling en su libro No le llames. Según la norteamericana, este tipo de hombres:

1.- Le dice a una mujer que la ama, para luego comenzar una relación con otra. Aún así, algunos temerarios insisten en que quieren estar con una, pese a estar con otra u otras.
2.- Constantemente le expresa a una mujer que la echa de menos, pero por algún extraño motivo nunca tiene tiempo para verla.
3.- Al día siguiente de haber salido con él y de haber sentido una gran conexión, actúa de manera distante y formal.
4.- Nunca llama cuando afirma que lo hará y cancela las citas que ha acordado.
5.- Suele llegar siempre atrasado o derechamente dejar plantada a su víctima.
6.- Se le distingue por tener una facilidad envidiable para esfumarse por semanas, y luego reaparecer sin arrugarse.

Desde la perspectiva psicológica, la ambivalencia es un estado de ánimo, transitorio o permanente, en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos, como lo explica la Real Academia. Dicho de otro modo, se refiere a personas que un día dicen que nos quieren y al otro desaparecen de la escena, que tras mostrar todas las señales de interés, reaccionan casi como ofendidos cuando la mujer los encara.

El peligro está en que, como explica Findling, este tipo de hombres puede hacer que una mujer se sienta rechazada o abandonada, afectando su autoestima al verse a sí misma como la más reprochable del mundo, ya que algo muy atroz debió haber dicho o hecho como para que terminaran escapando así de ella.

El miedo a perder a ese hombre nos lleva, a su vez, a aferrarnos todavía más a él y no dejar de llamarlo y perseguirlo () Puesto que no entendemos su actitud impredecible, empezamos a dar vueltas a todo lo ocurrido con él para averiguar qué es lo que debemos haber hecho mal. Nos autocensuramos por haber dicho o hecho cosas por las que normalmente no nos disculparíamos y que, sin embargo, ahora nos hacen sentir tremendamente culpables, cosa que como ya se puede imaginar representa un craso error.

Ambivalencia literaria
Yo volví andando a casa y no me preocupó cómo volvía ella a la suya. Simplemente me marché. Después añadió: Es muy extraño... Me refiero a que la chica me gustaba, me gustaba de veras. Y en aquel momento me harté de ella. Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides.


¿Qué lleva a un hombre a comportarse como un demente?

Otra mujer, miedo al compromiso, problemas de confianza que lo llevan a jugar con otras personas de la misma forma que alguna vez jugaron con él, dice Fernando (26) y no difiere mucho de lo que explica la terapeuta, quien achaca este comportamiento a un serio problema de inmadurez de alguien que ve a la mujer como una extensión de sí mismo en vez de un ser aparte, por lo que espera de ella satisfaga sus necesidades emocionales, sexuales o económicas.

Pero le entra el pánico cuando se ve demasiado implicado en una relación, se siente engullido por una mujer por la que se siente atraído, y para aliviar esa ansiedad, se distancia o desaparece () Hará todo cuanto sea necesario para no tener que soportar el terror y la vergüenza de su propia vulnerabilidad, afirma Findling.

Hay que ser realistas y aceptar la vieja verdad universal de que un hombre no cambiará, ni por arte de magia ni por nosotras. Así que nada de jugar a las psicólogas. Lo único que se puede hacer es recomendarle que visite a un profesional que lo ayude con sus problemas de seguridad y confusión emocional. Y lo más importante: hacerse a un lado, para no terminar igual de insegura que él. Pero cuidado con las recaídas. Mr. Hyde suele regresar al escenario del crimen.

Gracias
MUCHAS GRACIAS ENSERIO, ME SIRVIO MUCHO, DIOS TE BENDIGA...

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