Hola. Me llamo Juan José, tengo 33 años y soy de Buenos Aires. El motivo para registrarme en el foro es conocer opiniones femeninas respecto a una experiencia actual que me viene haciendo bastante mal. Paso a detallar (intentaré ser lo más breve posible, aunque seguramente me cueste bastante).
Hace poco más de un año conocí a una chica, compañera de facultad. De entrada fue un vínculo meramente de compañeros, nos saludábamos, cruzábamos dos o tres palabras sobre temas de la facultad y no mucho más. Un día, después de salir un parcial bastante complicado ella me propone ir a tomar un café para despejarnos, y nos quedamos charlando unas 2 o 3 horas. Me sentí muy a gusto, y además fue experiencia muy grata ya que era la primera que me ocurría con una compañera de facultad. Fue transcurriendo el tiempo y cada vez nos llevábamos mejor, y muy lentamente me fui dando cuenta que lo que sentía (y siento) por ella supera ampliamente la mera afinidad académica; sobre todo a partir de poder hablar sobre cualquier tema (familia, política, amistades, etc.).
Al terminar de cursar ese cuatrimestre, le propuse que cuando ella terminara de dar finales salíeramos un día; y apenas ella dio su último final me escribió para salir. Nos vimos y pasamos toda la tarde juntos; y creo que desde ese momento comenzó un punto de inflexión. Al volver a mi casa le comenté a mi madre y mi mejor amigo que me sentía desbordado por la situación, que ella me gustaba demasiado y no encontraba el modo de hacérselo saber, y me sentí tan desbordado que incluso comencé terapia por unos 6 o 7 meses.
Al cuatrimestre siguiente volvimos a compartir una materia y me autoimpuse expresarle mis sentimientos cuando finalizara (hacia finales del 2015). Pero nuevamente no pude hacerlo.
El primer cuatrimestre del 2016 cursamos materias distintas y al no verla me sentí como más tranquilo y relajado. Solo nos vimos una vez que expresamente nos citamos para ver cómo andábamos los dos.
Este último cuatrimestre en curso, nuevamente hago materias con ella. Un día a la semana, ambos cursamos de mañana y ella luego tiene otra materia por la tarde, y durante ese lapso suelo quedarme junto a ella tomando café y charlando.
La última vez, muy espontáneamente, surgió el tema de las relaciones, y como que intenté profundizar más para saber qué pensaba ella, y en resumidas cuentas me contó que ella no creía en los noviazgos, que no le agradaba ponerle nombres a los vínculos, y que incluso un muchacho con que había estado saliendo hace unos años le había abandonado por el hecho que ella nunca quiso que él se presentara en su casa como novio. Ella siente que un vínculo es sinónimo de atarse a alguien y perder su independencia.
Mientras ella me iba contando todas cosas, me sentí impotente, como que incluso mi rostro se transformaba de repente, aunque no sé si ella se habrá dado cuenta. Lo único que pude atinar a decirle es que lo suyo quizá se asemejaba a mi temor a tener hijos, que se no se trataba de falta de responsabilidad, sino de miedo. Al decirle eso, ella se quedó pensando unos segundos y me dijo que sí, que se trataba de miedo. Luego la charla fue por otros rumbos hasta que llegó el momento de despedirnos.
Quisiera conocer algunas opiniones al respecto. ¿Qué debería hacer? ¿Evitar llega al incómodo momento de contarle lo que siento? A pesar de lo que me dijo, ¿jugármela?
Aclaro por si no quedó claro que jamás hubo ningún tipo de insinuaciones de ningún lado, es decir, sospecho que ella no se ha dado cuenta de lo que siento por ella.
Gracias y cordiales saludos!
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