Te entiendo perfectamente!!!
Entiendo tu situación porque me ha pasado algo muy parecido, yo tengo un carácter muy difícil, de niña chiflada en muchas ocasiones, lo admito... Mi esposo también me tiene mucha paciencia, cuando peleamos, su forma tan tranquila de tomar las cosas me pone peor y busco herirlo, no dejando que me bese, me abrace, o le digo cosas que yo se que le van a doler. Pero he caído en la razón de que hacemos muy mal amiga! Te lo digo porque en las últimas veces me sucedió lo mismo que a ti. Su paciencia empezó a agotarse y simplemente dejó de rogarme e ignoraba mi enojo, con decirte que una vez le hice el berrinche de no dormir en la recámara con él y me quedé en la sala, él no fue a buscarme y yo me la pasé llorando enojada y desesperada porque él no se levantaba a pedirme que fuera a dormir con él. Pero luego entendí que yo fui la culpable en su cambio de actitud, puesto que cuando el trataba de arreglar las cosas, yo me cerraba y hacía mas grande la discusión, o bien, si me ofrecía disculpas, yo las rechazaba y obviamente eso duele mucho, así que él mejor empezó a protegerse de esa manera, dejando que se me pasara el berrinche, porque con mi actitud le di a entender que no servía de nada que me insistiera. Entre mi enojo también como tú he deseado no vivir con él, pero esos enojos pasan y luego me doy cuenta que solo era el momento lo que me hacía pensar de esa forma... Solo ponte en el lugar de él, yo se que es difícil pero a mi me ayuda a pensar que si yo sigo discutiendo las cosas irán peor, pero si en cambio me calmo y lo comprendo, todo pinta diferente
Ahora que di a luz (02 de abril 2013) , él tuvo que irse a trabajar lejos porque las cosas se complicaron y salió todo mucho mas caro de lo que esperábamos, hace 34 días que no lo veo, solo hablamos por teléfono y en los primeros días después del parto también me dio la depre y lo único que deseaba con todas mis ganas era tenerlo cerca, porque sabía que de ser así él me consentiría y me cuidaría, pero no fue así, tuve que afrontar las cosas solita y fue cuando me di cuenta de la enorme falta que me hace.
Nunca tomes decisiones enojada... Eso lo aprendí muy bien!