Ya he agotado a mis amigos con el tema de mi ex, y con razón...desde la que conocí en diciembre del año pasado nuestra relación ha sido un calvario, con muchísimo amor, muchisima intensidad, pero problemas insalvables que en su momento creí poder revertir y que al final han podido con nosotros. Como os digo, conocí a Zoraida en diciembre de 2013. Ella es una preciosa granaína, morena de ojos verdes y pinta de macarrilla de barrio. Cinco tatuajes estrategicamente distribuidos por su tonificado cuerpo, un arito encantador en la nariz y un puntito al final de la ceja derecha, tejanos gastados y un estilo de chica dura que le pega muchísimo.
La conocí por mediación de una amiga que estaba de visita en Barcelona, me invitó a salir con sus amigas esa noche y me presentó a Zori. Al principio no me llamó excesivamente la atención, pero en seguida que comenzamos a hablar con más calma, conectamos. Nos reíamos mucho juntos y decidimos quedar para tomar un café. Yo en ese momento llevaba apenas un mes viendome con otra chica, pero en esa tarde, tras ése café, lo tuve claro. Fue dejar a Zori en el metro y llamar a la otra chica para quedar con ella y explicarle que aquello se había terminado. Estaba sintiendo cosas por otra persona y ella no se merecía alguien a su lado que no le diera el 100%.
En nuestra segunda cita, Zori y yo acabamos en la cama. La quimica era enorme y cada vez tenía ganas de más. Sin embargo en nuestra tercera cita me soltó una bomba a bocajarro. Con cara circunspecta me confesó que trabaja era prostituta. Yo me quedé helado,de piedra, no lo vi venir. Le pregunté qué razones la habían llevado a tomar esa decisión y me empezó a hablar de su familia, de sus abuelos, que vivian en Granada y la habían criado a ella y a dos de sus hermanos ya que su madre los había abandonado siendo apenas bebés. Esos abuelos que le habían hecho de padres vivían en una situación muy precaria, y para más inri su abuelo estaba gravemente enfermo. Se estaba muriendo.
Por si aquello fuera poco, ella habia escapado 8 años atrás de Granada huyendo de su primera pareja, la cual la maltrató durante dos años hasta que ella consiguió reunir el valor para entrar en un programa para mujeres maltratadas y venirse a vivir a Barcelona. Una vez aquí, al cabo de unos meses conoció a la que había sido s segunda pareja, con quien habia vivido siete años y a quien habia acabado dejando por su adicción creciente a la cocaína.
Ante todo aquél berenjenal le pedí tiempo para pensar. Tenía que reflexionar.Ella lo entendió perfectamente y se despidió de mi, segura de que no iba a embarcarme en semejante relación.
Yo por mi parte tampoco había llevado una vida fácil, habia tenido tres relaciones anteriormente, una de 4 años de los 17 a los 21 que terminó porque a mi pareja la ingresaron por una depresión producida por problemas de bulimia, una segunda de un año con una mujer 10 años mayor que yo que me introdujo en el mundo del BDSM y de la noche a la mañana se largó, y una última de casi tres años en que mi pareja me dio el ultimatum de seguirla a Colombia abandonando mi negocio y mi familia (padre, hermana, etc) o dejarlo correr. Entre la segunda y la tecera relación habian pasado 8 años en los que me dediqué a mantener relaciones de dominación/sumisión con chicas esporádicas que buscaban ese tipo de relaciones.
Por lo tanto yo estaba emocionalmente fundido y la perspectiva de empezar una nueva relación con una chica que era prostituta, por mucho que ella no deseara esa situación, era poco menos que un suicidio. Sin embargo me sentí conmovido por ella, me dolió verla sufrir de aquella manera, a escasas semanas de Navidad, con su abuelo moribundo en un hospital de Granada y sin un duro para poder ir a verle. La tarde del 21 me presenté en su casa con un billete de avión de ida y vuelta para Granada. Lloraba como una niña...y acabamos haciendo el amor. La primera vez que hice el amor en años. Sentí millones de cosas a la vez, pero algo por encima de cualquier otra cosa: una necesidad irracional de protegerla, algo que me salía de las tripas y que me obligaba a cuidarla, a impedir que nada ni nadie en el mundo pudiera dañarla.
Así empieza nuestra historia, desgraciadamente es una historia que acaba mal. Y es larga. Por hoy os dejo esto. Si a alguien le interesa, quiere oirla, y me puede aydar, os estaré muy agradecido. Si no es así, os agradezco de todas formas vuestro tiempo, pero no seguiré agobiando.
Mil gracias.