Despedidas
Hola, antes de nada te hago llegar un fuerte abrazo y todo el respeto que se merece alguien que es capaz de aceptar las cosas como llegan. Desearía que la vida te tratara bien, mejor que hasta ahora. Concluyo que no te ha tratado mal en el amor, pero todo se desgasta o varía; mutamos por fuera y por dentro a lo largo de nuestras vidas. Lo positivo de tu mensaje es que para muchos podría ser un ejemplo de madurez y de positivismo. Yo siempre digo que nadie se queda perenne en los diez años, cambiamos, crecemos... pues con nuestras relaciones sucede un tanto igual. Las que mantuvimos a los 15 nada tienen que ver ya a los 40 años. Creo que tenemos un problema generalizado: querer detener las corrientes que manan de los sentimientos. Es imposible. Lo maravilloso es poder crecer conservando la memoria de bueno y malo para aprender. Además, estoy convencida de que otro mal nos aqueja, y es que el nos cuesta siempre afrontar lo nuevo, con lo comoditos que estábamos antes de que las cosas cambiaran. Pero es que la vida es eso, un puro cambio. Cuanto antes nos demos cuenta y tomemos conciencia, menos nos costará afrontar esos cambios y producir los recursos necesarios para la adaptación. Y por último, a veces me cuestiono si no será un error, también extensible a todos los humanos, el modo en que concebimos el amor y las relaciones amorosas. ¿Es probable que nuestras expectativas sean erróneas y por eso nos frustran tanto los fracasos que de aquéllas se derivan? ¿Puede que sea así? Ahí dejo la pregunta.
Tristeza por haber conocido la belleza y perderla...Pienso que no es triste haber tenido algo bonito; duele perderlo, pero es mejor haberlo disfrutado que jamás haberlo conocido. Tu riqueza emocional es cuantiosa, siéntete dichosa por ello. Lo verdaderamente entristecedor sería hacer balance al final de nuestras vidas y no poder poner ese toque decisivo de lo bello y hermoso que nos aconteció.
Cielo, te felicito por tu entereza y por tu mensaje.
Un besazo y muchos ánimos.