Con tu suegro sé lo más hipócrita que puedas. Sonríe de oreja a oreja, monosilábica o silencio, ponte una careta invisible que te haga sorda-ciega-muda. Abstráete de la conversación. Si puedes, llévate una revista para leer.
Denúnciale, si lo ves conveniente. Pero traerá mal (peor) rollo a la familia.
Haz pequeñas pullas, ¿no vas a recogerle los platos a la mamá?. Pero yo no me metería en sus costumbres como matrimonio. Ni les diría nada. Vas de visita, ¿vivís con ellos, en el mismo piso o casa?.
Si estuviera en tu lugar, haría por ser educada, pero que no me cogieran "confianza" de casi hija. Es gente tóxica. Tu marido sufre con sus padres, apóyale, no entres en el juego de tus suegros.
En cuanto a las tías, ponles los puntos sobre las íes. Les dices que no pueden seguir invitándose, cuando a ellas les convenga. No tienes tiempo para estar con tu marido, en la intimidad de vuestro hogar. Todos los sábados pensando en recoger la cas y preparar la comida para ellas, en vez de hacer planes con tu marido. Se acabó.
Dilo sin gritos, sin reproches, sin calificativos personales, con un tono de voz neutro y amigable. Es mejor quedar como grosera, pero que no vuelvan, pero dilo con educación.