Antes que nada, no quiero causar falsas intenciones. Me expreso a través de este sitio porque en mi condición, no tengo muchos sitios donde hacerlo entre mis iguales. Soy hombre, sufrí abusos y me violaron. Llevo años y años guardándome esto, y no he venido a dar pena ni nada relacionado, solo necesito compartirlo y saber que alguien me entiende, el problema es que no haya muchos sitios donde los hombres podamos compartir este tipo de experiencias, ni somos por naturaleza propicios a ello, y sé que las mujeres siempre sois más abiertas a tratar temas personales.
Empezaron casi desde que tengo memoria, ya de niño con 6 años recuerdo como cuando mi madre iba a casa de una prima suya, me dejaba jugando con su hijo, el cual tenia por entonces unos 16 años. Para mí era algo muy confuso, porque me tocaba y a veces me obligaba a tocarle a el y a besarle (esto era lo que más asco me daba con diferencia), y me decía que esto no estaba mal, que en familia se podía hacer, pero que no se lo podía decir a nadie. Yo sabía que aquello no estaba bien, porque me sentía terriblemente mal y no me gustaba, pero tenía tanto, tanto, tanto miedo... de él y de que mis padres se enteraran, porque creía que iban a dejar de quererme si lo descubrían. Así que durante los 3 años que duraron los abusos, fingía la sonrisas y por las noches lloraba tapado por las mantas para que mi hermana pequeña no se enterara. Tampoco salía a la calle porque creía que el resto de los chicos se iban a dar cuenta y me iban a despreciar. En el fondo era yo el que me despreciaba a mí mismo, sentía un asco que me convirtió en un niño tremendamente introvertido y callado.
Cuando tenía 9 me llevó a "darnos una ducha" y me dijo, voy a enseñarte un juego muy divertido, y sentado en la bañera me sentó sobre su pene hasta que pudo penetrarme (siento si suena muy burdo pero no encuentro otras palabras), empezó a subirme y a bajarme diciendo "ves que divertido?". No lo era. Y no podía ni gritar, mis recuerdos de ese momento no son muy nítidos porque fue tan intenso que aún a día de hoy al recordarlo enmudezco por completo y se me contraen todos los músculos del cuerpo.
Ya no pude aguantar más, y se lo conté a mi madre. Cuando ya creía que estaba seguro... volvió a ocurrir. Aquello abrió una brecha enorme entre mis padres y yo, que perdura hoy en día, yo confiaba en ella para que parase aquella pesadilla, y sin embargo sentí que mi propia madre me había traicionado. Afortunadamente no duró mucho más. Nunca llegué a percibir si él recibió algún tipo de castigo, pero lo deseé con toda mi alma, y sin embargo eso nunca llegó, lo cual me dolió más todavía.
A día de hoy me cuesta mucho interaccionar con la gente, y el contacto físico me genera ansiedad y lo rehuyo tras una actituda fría y distante, salvándose solo mis amigos más cercanos y las parejas que he tenido. Me molesta porque en el fondo quiero ser más abierto y relacionarme sin problemas por la gente, pero hay una barrera que no me deja hacerlo,
Os pido perdón de nuevo por haber invadido este espacio reservado para vosotras, pero necesitaba saber que podía contarlo a personas que sabrían escucharme.